Disneylandia una Ventana Mágica

Aunque el día comenzó bastante frío, nublado y con mucha bruma, nuestro entusiasmo no decayó ni un instante. Para Danya y Clear era su primera vez, así que un sinfín de nuevas experiencias se abrían ante nosotras.

Antes de salir del hotel reflexionamos sobre el siguiente pensamiento del Señor Disney que así decía: “No dejes de soñar, imagina todo como si fueras un niño”, nos propusimos mantener esta actitud durante el día de hoy...

 

 Danya había preparado la visita y hacía las veces de guía. Lo primero que visitamos fue la entrada principal que nos da la bienvenida con el gran “Hotel Disneyland”, el más prestigioso de los siete, un gran palacio de color rosa. Pasamos a Main Street para sumergirnos en la época victoriana hasta llegar a la plaza principal desde donde parten cinco distritos diferentes como si ramas de un árbol se tratara.

En una de las esperas para subirnos en la atracción, aprovechamos para leer un poema de Disney con las tres palabras claves: 

- “Descubrí que mi único rival no era más que mis propias debilidades.”

- “Aprendí que de nada sirve ser Luz si no vas a iluminar el camino de los demás”

- “Decidí ver cada día como una oportunidad de ser feliz” 

 (Extraído del Libro "Francia un viaje espiritual" Una experiencia de Libertad, Amor y Poder.)