OPEN

HAPPINESS

      Hoy decidimos caminar el Mt. Shasta y encontrar el lugar donde el Sr. Ballard se encontró por primera vez con Saint Germain (S.G). Para ello nos dirigimos al punto de información en City Shasta y allí nos comentaron que debíamos llegar en coche hasta el Bunny Flat y que a partir de allí la carretera estaría cerrada por nieve, así fue, dejamos el coche y preguntamos en una caseta de información si conocía el punto donde el Sr. Ballard se encontró con el Maestro S.G. y Éste le dio de beber una bebida mucho más refrescante que el agua del manantial. Su mirada y su sonrisa de complicidad lo dijo todo “vayan hasta Panther Meadow y después continúen a través de la nieve”. El corazón me dio un palpito, no puedo creer que estemos en Shasta y visitemos estos lugares tan mágicos y sagrados. Con este entusiasmo comenzó nuestro ascenso carretera arriba durante unos 40 min aproximadamente, cada vez se hacía menos transitable pues la nieve lo iba cubriendo, hasta el punto de desaparecer la carretera totalmente. Estuvimos a punto de pasarnos el Panther Meadow (Pradera de la Pantera), cuando de repente vimos que un señor que se encontraba detrás de nosotras se adentra en el bosque y se dirige a un cartel que dice “Panther Meadow walk to campground” (Pradera de la Pantera camino hacia el Campamento base), desde lejos le preguntamos si ese era el lugar que buscábamos y nos respondió que debíamos caminar por la nieve durante un ratito y encontraríamos ese lugar tan mágico. El señor medía alrededor de dos metros, tenía una complexión atlética, el pelo cano al igual que su corta barba y su ropa blanquecina daba la sensación de habernos encontrado con un Maestro de la Gran Hermandad Blanca que nos dirigiría hasta el lugar deseado. La emoción era cada vez mayor, no tenía la menor duda que encontraríamos el riachuelo, aunque sabía que la tarea no era fácil pues todo se encontraba nevado y probablemente el riachuelo también. De vez en cuando nuestro guía se paraba y nos decía que escuchásemos el agua correr, que nos encontrábamos cerca del lugar. Nos llevó hasta un punto donde pudimos beber agua y nos dijo que esta agua que corría estaba cargada con una energía muy especial así que bebimos de ella y llenamos la botella para el camino. En ese mismo lugar nos encontramos a un muchacho joven con una apariencia de “jipi”, su cuerpo estaba totalmente descubierto pero al tropezarnos con él se tapó con un pareo y por encima de lo hombros con una manta, en los pies llevaba zapatillas de playa y cargaba con un saco de dormir, daba la sensación que estaba pernoctando en estos montes. ¿Estaría esperando la visita de algún Maestro Ascendido o pensaba que se hallaba en una playa nudista?.

Nuestro guía le preguntó al “renunciante-jipi” que donde se encontraba el punto exacto del riachuelo donde había tenido lugar el acontecimiento y éste nos orientó un poco más hacia arriba y la derecha, efectivamente después de 10 minutos más de paseo nos encontrábamos en una planicie circula rodeadas de pino por donde corría el agua, no me lo podía creer nos encontrábamos en el lugar exacto, aquí el Sr. Ballard se agachó con su vaso para coger agua y entonces el Maestro Saint Germain se le manifestó llenándo el vaso de algo más refrescante que agua del manantial, dejemos que sea el propio Sr. Ballard quien nos lo cuente <<El día se fue calentando a media que transcurría, por lo que me detenía con frecuencia a descansar y a gozar al máximo de la campiña en los alrededores del Valle de Río McClaud y el poblado. Llegó la hora de almorzar, y busqué un manantial en el cual beber. Vaso en mano, me incliné para llenarlo, cuando una corriente eléctrica me atravesó el cuerpo de la cabeza a los pies.

Volví la mirada, y directamente detrás de mí había un hombre joven que, a primera vista, parecía ser alguien que estaba paseando como yo. Al verlo más de cerca, pude percatarme inmediatamente de que no se trataba de una persona ordinaria. Cuando por la mente me pasaba este pensamiento, él sonrió y, dirigiéndose a mí, dijo: "Mí hermano, si me alcanzas tu vaso, te daré una bebida mucho más refrescante que el agua del manantial."  Le obedecí, e instantáneamente el vaso se llenó de un líquido cremoso. Dándomelo de vuelta, dijo: "Tómatelo"  (Misterios Develados, trad. Por Jorge Carrizo, Ed. Serapis Bey 2000)

Por un instante se pasó por mi cabeza la escena que aconteció en ese momento y una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo ¡qué bello era todo!

Gracias Gran Hermandad Blanca por enviarnos a un mensajero que nos llevara hasta aquí. ¡LOS AMO!