SOCIEDAD TEOSOFICA DE KROTONA Cuando llegamos a la Sociedad Teosófica estaba todo cerrado, los lunes y martes cerraban las instalaciones, pero nosotras decidimos pasear por los jardines en espera que la vida nos sorprendiera y así fue. Había una señora arreglando los jardines y Ms le dijo que veníamos a visitarlo y que éramos de España, se quedó sorprendida de nuestra visita desde tan lejos y entró a llamar a alguien, ese alguien fue Pablo, un joven de unos 40 años que vivía con su esposa allí. Trabajaba para la delegación de Chicago donde está la Cede Central y para la de Ojai, también nos comentó que daba conferencias en distintos países y que había impartido alguna de ellas en España, Barcelona. Que solía participar en las jornadas de verano. Aprovechamos para darle los dos Cds que Juan Carlos les quería regalar, él rápidamente reconoció a J.C. como un compositor español.
Muy amablemente nos enseñó todas las instalaciones, la recepción con los cuadros de los fundadores y presidentes/as de la Sociedad, la biblioteca con diferentes obras sobre espiritualidad, ocultismo y teosofía (había también una sección es Español de teosofía), una sala de lectura un poco más cómoda con un piano de cola al fondo, el aula donde daban las charlas y las gravaban, el Gran Hall de meditación. Mientras nos iba enseñando el lugar aprovechamos para hacerles algunas preguntas, él nos había comentado que había dado varias conferencias sobre Krishnamurti, así que nos encontrábamos ante un especialista, que menos que aprender de él sobre el por qué y el cómo Krishnamurti se fue de la Teosofía. Nos comentó que Krishnamurti llegó a Ojai muy jovencito y se instaló con su hermano en una casa de uno de los miembros de la sociedad. Cuando Krishnamurti decidió disolver la Orden de la Estrella el presidente de la Sociedad Teosófica G. Arundale se dio cuenta que Krishnamurti se estaba alejando de los principios de la Sociedad, él estaba más centrado en el conocimiento de unos mismo, más que en la existencia de los grandes Mahatma, así que le facilitó la salida de la sociedad teosófica con la siguiente reflexión “o sigues nuestra línea o vas por tu cuenta” Los Maestros (KH) habían aconsejado a Krishnamurti seguir su propio impulso y eso fue lo que hizo. Anny Betsan siempre apoyó a Krishnamurti y confió en él hasta el final, incluso aconsejó a estudiantes de la teosofía que lo siguieran y acompañaran, arropándolo y ayudándole a expandir su enseñanza. Así lo hicieron, gracias a la publicidad que le dio la teosofía, krishnamurti fue conocido y se convirtió en un importante orador. En ningún momento la teosofía denunció a Krishnamurti de sus comentarios ante la Teosofía, más bien todo lo contrario, le ayudaron a crecer y expandirse. Le permitieron seguir viviendo en la casa que le habían dado al principio e incluso Anny Betsan le regaló unos terrenos para que construyera una escuela de secundaria. Pablo nos comentaba que para él la figura de Krishnamurti era muy importante en la teosofía y que le gustaba mucho su enseñanza.
Mi más sincera gratitud a Pablo por tan maravillosa visita y por presentarnos la figura de Krishnamurti con tanto amor y respeto.