GLASTONBURY

Glastonbury: 

Llegamos a la misteriosa Glastonbury a las 13:15h. Tiendas new age, restaurantes vegetarianos, color y alegría transmitía el lugar. Debíamos organizarnos muy bien si pretendíamos cautivarnos de su tradición, sus fascinantes leyendas sobre el Santo Grial y el Rey Arturo, sus mitos de hadas y de árboles sagrados. Como buenos estudiantes de la Vida, sabíamos que donde río suena es porque piedras trae, así que nuestro mayor anhelo era descubrir los lugares y el significado metafísico de los acontecimientos místicos y espirituales del lugar, es decir, agudizar nuestra mirada celestial.

- La Abadía  de Glastonbury. (Horarios: 9.00 a 16.00h. de Noviembre a Febrero/ Horarios: 9.00 a 18.00h. de Marzo a Mayo/ Horarios: 9.00 a 20.00h. de Junio a Agosto/ Horarios: 9.00 a 18.00h. Septiembre y Octubre)

Con el corazón contento y lleno de alegría, nos dirigimos directamente a La Abadía de Glastonbury perteneciente al S.XII, construida sobre el emplazamiento de una antigua iglesia fundada por José de Arimatea cuando viajó a Glastonbury  con la Madre María y otros discípulos para depositar el cáliz que recogiera la sangre de Jesús en la crucifixión. Dicha iglesia fue destruida en un incendio en 1184, teniéndose que reconstruir y ampliar en una nueva abadía.

 Sacamos nuestros apuntes y reflexionamos sobre los siguientes hechos en torno al Rey Arturo. Al parecer, el rey Enrique II informó al abad de Glastonbury que el Rey Arturo estaba enterrado en los terrenos de la abadía (en los estudios de metafísica el Rey Arturo fue una encarnación del Maestro Ascendido el Morya), así que tras el incendio, los monjes trataron de encontrar la tumba. A unos dos metros de profundidad descubrieron una losa de piedra con la inscripción "Hicfacet sepultus inclitus rex arturius in insula avalonia" («Aquí yace enterrado el ínclito rey Arturo, en la isla de Avalón»). Y dos metros y medio por debajo de la losa había un ataúd tallado en un tronco hueco, que contenía los huesos de un hombre de 2,4 metros de estatura, con el cráneo hendido, así como huesos más pequeños que se identificaron como de Ginebra por los mechones de pelo rubio que les acompañaban. Según cuenta la leyenda, tras su muerte el cuerpo del Rey Arturo fue llevado por su hermana Morgana Le Fay a Avalón, para que reposara en la isla al cuidado de las hadas.

Paseamos por cada uno de los rincones de la abadía hasta hallar el lugar adecuado donde leer el libro titulado “Memorias de la Madre María”, publicado por el Puente a la Libertad. En él se describe cómo José de Arimatea (tío abuelo de Jesús), la Madre María, discípulos de Jesús, María de Betania, la esposa de Pilatos, entre otros, emprenden el viaje hacia las Islas Británicas, pasando y haciendo escala en Alejandría (Egipto) y Luxor, Isla de Creta, Península Ibérica (Francia, Lourdes, Orleans) hasta llegar a Glastonbury. Dejemos que la Madre María describa la llegada: “Puse pie en esas playas cargando personalmente el “Cáliz”, y todos nos arrodillamos en la arena. Al estar así arrodillados, el Amado Jesús se manifestó y nos dio la primera bendición y ceremonia del Santo Grial. A este récor etérico más adelante se sintonizaría el Amado Arturo (El Arturo de la Mesa Redonda). Dejamos el “Cáliz” en Glastonbury.” Sigue narrando la Madre María que estuvieron por Gran Bretaña por algún tiempo, viajando por Escocia y Gales, visitando Irlanda.

Nos encontrábamos ante los primeros edificios cristianos del país, recordando la historia y adentrándonos en una aventura mística-espiritual, nos sentíamos totalmente en armonía y en paz con el lugar, pero sobre todo agradecidos por estar aquí, compartiendo las vivencias con ilusión, alegría y una inmensa serenidad.

- El Espino Sagrado (Árbol Sagrado de los Druidas)

Otra de las leyendas asegura que José de Arimatea en la colina de Wearyall se apoyó en su bastón con el propósito de rezar. El bastón echó raíces y se convirtió en el espino de Glastonbury, que sigue floreciendo cada año justo en las dos épocas cristianas más importantes, Navidad y Pascua. En estas épocas se cubre al mismo tiempo de bayas rojas y flores blancas. Hijos de éste Espino Sagrado lo podemos ver en los terrenos de la abadía, en Chalice Well y en el jardín de entrada a la parroquia de San Juan Bautista en el centro del pueblo.

Caminando carretera abajo nos dirigimos a Chalice Well.

- Chalice Well (El Jardín del Cáliz, Horarios: 10:00 a 16:30h desde el 30 de octubre al 31 de marzo; Horarios: 10:00 a 18:00h desde el 01 de Abril al 29 de Octubre)

Chalice Well o Pozo del Cáliz, también conocido por el jardín de las Hadas. Nos dirigimos hacia el manantial del Cáliz, el pozo sagrado, caminando por unos frondosos senderos y unos bellos rinconcitos me invitaban a la meditación, silencio, reflexión y recogimiento. Nos deleitábamos con el lugar, redescubriéndolo paso a paso en busca de las aguas curativas de color rojo con alta concentración de hierro, que brotan de un pequeño caño con cabeza de león. Según cuenta la leyenda, José de Arimatea enterró en la colina sagrada, a los pies del Tor, el Cáliz de la última cena, cerca del manantial del pozo del cáliz. Se desconoce la profundidad de la que procede el agua del pozo, del que continuamente mana la misma cantidad de agua pura, más de 100.000 litros a la misma temperatura, 11 grados, independientemente de la temperatura o el clima. Incluso en épocas de sequía era la única agua de que se disponía en Glastonbury.

A este agua se le atribuyen propiedades medicinales, además de por el alto contenido en minerales, por la fuerza vibratoria relacionada con la energía telúrica del lugar. Aquí se cruzan la línea telúrica de San Miguel (procedente de Avebury) y la línea de Santa María (procedente de Stonehenge). Estas propiedades curativas de las aguas no es de extrañar si recordamos que la Madre María estuvo aquí y ella fue la depositaria del Cáliz, y donde ella ha estado o aparecido fluye un manantial con propiedades sanadoras como símbolo de purificación y perfección.

Vaso en mano y lleno de esta agua sagrada conmemoramos el encuentro del Señor Ballard con el Maestro Saint Germain en el Monte Shasta. Como si de luz líquida se tratara, nos recargamos y agradecimos estas bendiciones que recibíamos. En absoluto silencio continuamos redescubriendo los lugares, llegamos al Pozo Sagrado cuya tapa se encontraba abierta y en el interior de la misma el símbolo de la Vesica Piscis, dos círculos entrelazados y atravesados por una recta, símbolo de geometría sagrada que representa la dualidad, la unión entre el cielo y la tierra, como la del espíritu y la materia, la naturaleza humana y la naturaleza divina, lo masculino y lo femenino, también simboliza la forma en que Glastonbury y Ávalon se unen. Este símbolo lo vimos también en la fuente del manantial. Seguimos nuestra expedición hasta llegar a otro ejemplar del espino sagrado. Al parecer éstos son hijos del original que fue cortado.

         La tarde iba cayendo y el fresquito se hacía notar, ¡ahora sería un buen momento para ver atardecer desde la Torre del Arcángel Miguel y calentarnos ¡ascendiendo unos 176 metros de altura! Nos pusimos en marcha hacia nuestro nuevo objetivo: conquistar la cima.

- El Tor (La Torre)

Podíamos subir hasta la cima de la montaña como si se tratara de la montaña del logro, ascendiendo lentamente formando una espiral, escalonada por capas, o subir directamente con determinación, constancia y sin mirar atrás para conquistar la torre. Decidimos esta última opción. Fantásticas las vistas desde lo alto. Tiramos unas fotos y nos sentamos a contemplar el paisaje del condado de Somerset. De fondo, con los cascos en los oídos, escuchaba el disco “Parsifal y el Santo Grial” de Juan Carlos García, inspirado en todas estas localizaciones. Mi cabeza no dejaba de pensar si esta colina estaba vinculada con la legendaria Isla de Ávalon. Miraba hacia un lado y hacia el otro y me imaginaba los alrededores de esta elevación del terreno sumergida por el agua del mar. Me acordaba de la película “Las brumas de Ávalon” y parecía estarla reviviendo. ¿Aquí se consagraron templos dedicados a la Diosa, en donde las sacerdotisas realizaban rituales y ofrendas? Imágenes del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda revoloteaban por mi cabeza. Bors, Perceval y el triunfador Galahad, en busca del Santo Grial, y me imagino cómo el triunfador es alzado en lo alto cuando su búsqueda culmina. ¡Y pensar que el triunfador Galahad fue una encarnación de Lady Miriam, complemento Divino del Morya!

Salí de mis elucubraciones y volví a otra realidad. Al parecer, en la Edad Media aquí se erigió un monasterio del que sólo se conserva una torre solitaria. Por lo visto, en el año 1275 un terremoto destruyó el edificio. 100 años después se reconstruyó de nuevo la torre a modo de oratorio, dedicada al Arcángel Miguel. Además, la colina es atravesada por la corriente de energía telúrica más potente de energía de la Tierra, la línea telúrica de San Miguel.

 

¡Volveremos a estas tierras!