AVEBURY, SILBURY HILL, STONEHENGE
Salimos de nuestro acogedor y calentito hotel a las 7.00h de la mañana con destino a Avebury para inspeccionar los megalitos más grandes de Europa, y la Silbury Hill, un túmulo artificial en cuyo interior se halla una pirámide escalonada. El coche estaba helado así que antes de salir José tuvo que quitarle la nieve a los cristales para poder conducir, uff ¡qué peletazo!
Según avanzaba el día el sol iba calentándonos con sus rayitos, ¡qué afortunados somos, nuestro Helios-Vesta siempre acompañándonos!
Avebury: es un monumento neolítico que se encuentra en la villa del mismo nombre, en el condado de Wiltshire, que está en el suroccidente de Inglaterra. Este monumento, un gran “henge” de unos 400 m de diámetro, está compuesto por tres círculos hechos con piedras en forma vertical, siendo uno de los más grandes del continente europeo, y uno de los más reconocidos de Gran Bretaña, después de Stonehenge. Fue construido alrededor del año 2.600 a.C., durante el Neolítico o la Nueva Era de Piedra, y es más antiguo que Stonehenge, que está a unos kilómetros al sur.
Se desconoce cuál pudo haber sido la función de este enorme complejo megalítico, si bien los arqueólogos creen que seguramente fue utilizado para llevar a cabo rituales y ceremonias.
Silbury: La colina de Silbury (Silbury Hill en inglés) es un montículo artificial, cerca de Avebury en el condado inglés de Wiltshire. Es parte del conjunto de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986 con el nombre de Stonehenge, Avebury y sitios relacionados. Con 40 metros de altura, Silbury Hill es el montículo hecho por el ser humano más alto de la prehistoria en Europa y uno de los más grandes del mundo; con un tamaño similar a algunas de las pirámides egipcias pequeñas de la necrópolis de Guiza. Su propósito, sin embargo, se encuentra en debate.
Fue una muy buena idea levantarnos prontito para visitar estos lugares iluminados bajo la luz del amanecer y ver el efecto del deshielo, la evaporización y la luz creando una atmósfera verdaderamente mágica.
Salimos hacia el monumento megalítico más importante del mundo, los Stonehenge (tardamos 1 hora), guiados por nuestro GPS Majestic. Por cierto, ¡le gusta mucho estar acortando caminos y eso nos despista y nos lía un poquito! Hace 5 años estuvimos en este mismo lugar, pero ahora las cosas han cambiado: el coche se aparca a dos kilómetros del lugar y se coge una guagua pública que nos lleva hasta los Stonehenge. El punto de información y venta de billetes cuenta con un centro de visitante-museo, una cafetería y una tienda de souvenir en donde compramos una bolita de Navidad y una rica mermelada de frambuesa para los desayunos.
Stonehenge: El monumento "megalítico" más importante del mundo, fabricado por los Druidas. Su construcción data del año 2.500 a.C.. Se trata de círculos concéntricos de enormes piedras rodeados por una profunda franja. Las piedras no tienen la misma composición, hay feldespatos y distintos tipos de areniscas. La más grande pesa unos 50.000 kg y se desconoce a ciencia cierta para qué fue construido. Algunos dicen que era un templo, otros opinan que era un observatorio astronómico o un calendario prehistórico por cómo está alineado con el sol y la luna, otros creen que son demarcaciones de puntos telúricos o lugares para albergar espíritus elementales. Hay muchas teorías, pero ninguna parece resolver el misterio. Quizás Stonehenge ha podido atesorar distintos cometidos a lo largo de estos casi 5.000 años de existencia. ¿Hubiesen pensado los antepasados que terminaría convirtiéndose en un lugar con interés turístico? A pesar de lo que cada uno pueda creer, la experiencia en muchas ocasiones supera la ficción y cada uno debe vivir lo que su conciencia le permita. Ahora bien, lo que está claro es que se respira un ambiente sagrado y de respeto, una experiencia que valoro gratamente positiva.
Regresamos al coche con nuestro microbús y una vez allí nos preparamos un rico desayuno, un bocata con queso y mermelada que nos comimos disfrutando del calorcito de Helios. No eran las 12:00h cuando cogimos rumbo a la mítica Glastonbury, uno de los lugares más misteriosos de Inglaterra.